Un poco de Historia
A su llegada a la Ciudad de México, Natalia, quien había trabajado durante casi dos décadas como periodista de investigación en diferentes medios de comunicación, entre ellos: El Nacional, El Universal, Runrunes y Clímax y en Venevisión, se dispuso a buscar empleo para continuar ejerciendo su profesión, quería comerse al mundo, soñaba con volver a relatar historias crudas que mostraban el lado triste y amable de México.
Mientras trabajaba en tiendas y en centros de atención telefónica para mantenerse, ella enviaba decenas de CV a televisoras y periódicos. Esperaba con ansias que el personal de Recursos Humanos de alguno de esos sitios la llamara para entrevistarla, pero no sucedió.
Era como si no existiera, a pesar de que ella llegó con la documentación requerida para trabajar legalmente en el país que la recibió, su currículo no fue tomado en cuenta para las vacantes de reportera y periodista de investigación que eran promovidas en las páginas de empleo.
La frustración la invadió y con frecuencia se deprimía. Varias veces pasó por su mente la idea de regresarse a su país de origen, para volver a ser la periodista de aquel momento.



Hasta que un día su novio, preocupado por su estado anímico, le propuso:
-Amor ¿por qué no creas un blog para que drenes esa necesidad de contar historias?
En un principio no le hizo caso, siguió sumida en la tristeza, que desgastaba. A los días, se preguntó por qué no crear un espacio, no solo para darle rienda suelta a la escritura, sino también que le sirva a la comunidad migrante que ha pasado por situaciones similares. Ella puso manos a la obra y de inmediato empezó a contactar a personas que la ayudaran a crear el diseño de la página. Se comunicó con Germán Briceño, su ex compañero de la universidad, con quien recientemente se había reencontrado en un grupo de Whatsapp. Él creó un diseño que identificara a los dos países: la famosa mujer de la Harina PAN, ataviada con el tricolor azteca.
Esta imagen es la tarjeta de presentación de la página y la manija que abre una ventana para que los venezolanos, aquellos que pese a las adversidades no se detienen y van Pa´lante, se informen sobre cómo legalizar su situación migratoria, qué deben hacer para inscribir a sus hijos en el colegio, o qué tan difícil es ingresar a una universidad pública para continuar sus estudios superiores.
En este espacio la comunidad venezolana puede contar sus emprendimientos y aquellos episodios que han sido la piedra de tranca para lograr sus metas, y que a su vez impulsan a seguir luchando por mejorar su calidad de vida. A los fotógrafos, diseñadores, profesores, reposteros, panaderos, odontólogos, se les abre este medio para promocionar sus servicios. Aquí todos tienen cabida, porque todos vamos hacia una misma dirección y es Pa´lante.